Declarado Parque Nacional, desde la década de los cincuenta, La tigra Constituye actualmente la atracción natural por excelencia para los habitantes y visitantes de la Capital; el área de reserva ofrece al visitante una variedad de recorridos a lo largo de los cuidados senderos que conducen hasta los rincones más bellos del interior de este bosque nublado.
No hace tanto tiempo, la zona fue centro de una actividad minera importante de la cual todavía quedan vestigios como los principales caminos, pequeñas represas y varias bocaminas. La visita a la cascada y el sendero que conduce hasta esta belleza natural, constituyen uno de los recorridos más populares.
La longitud de los senderos está comprendida entre 1.5 hasta 10 km y la ruta que atraviesa el parque uniendo sus dos entradas se recorre en un tiempo de unas cuatro a cinco horas. El punto accesible más alto se encuentra a 2,150 metros sobre el nivel del mar y las entradas en Jutiapa y El Rosario a 1,800 y 1,600 metros respectivamente; estos dos accesos principales poseen centros de visitantes donde existe información sobre los senderos, la flora y la fauna del parque, entre ellas muchas especies endémicas, aves entre las que destacan el jilguero, la codorniz, la pava y el quetzal, así como algunos mamíferos entre los que podemos mencionar el chancho de monte y numerosas ardillas; así mismo podemos ver diferentes especies de serpientes, por lo que es recomendable realizar las visitas con un guía para evitar correr algún peligro por desconocer que especies tanto de plantas como animales pueden ser venenosas.
Podemos decir entonces que todos los reinos de la naturaleza se encuentran representados en la principal comunidad biológica, el bosque latifoliado del Parque Nacional La Tigra. Esta biodiversidad se extiende en todos los estratos del bosque, observándose a simple vista sobre los árboles de hoja ancha, gran cantidad de plantas epifitas desde helechos, orquídeas, bromeliáceas, helicodiaceas, asteráceas, entre otras.
Es importante recordar que el panorama de la biodiversidad de los bosques nublados cambia de acuerdo a la época del año y la humedad del terreno. El cambio en la temporada de lluvia permite el brote de algunas especies, sin embargo los hongos brotan únicamente en los períodos más húmedos del bosque, durante las primeras lluvias. La biodiversidad del PNLT requiere de estudios sistemáticos y profundos, entre las plantas conocidas popularmente se encuentran las medicinales, como la calaguala y la cañita. La vegetación por zonas incluye El Ocote Pinus oocarpa; Roble Quercus oleoides; el encino Quercus sapoteifolia, el pinabete Pinus maximinoii, el Liquidámbar Liquidámbar styraciflua), es común el helecho Pteridium aquilinum). En zonas altas existen Pino blanco Pinus pseudostrobus.- Bajo los árboles es común encontrar Rondetalia spp., Saurauraia spp., Triumfetta spp. Rubís spp., en los lugares muy altos se encuentra una asociación Roble y Lauraceas (Quercus – Laurácea), que se conoce como bosque nublado.
Aún estando sometida a un plan de manejo desarrollado por varias organizaciones ecológicas para su protección, el Parque Nacional La Tigra es vulnerable a los ataques de personas inconscientes y empresarios sin escrúpulos, por lo que todos los ciudadano debemos estar atentos a su protección.
