Es imposible ocultar lo vulnerable que se vuelve nuestro país cada vez que llueve y todo por la falta de conciencia de nuestra población y la falta de respeto a la naturaleza y si bien la culpa no es en su totalidad de aquella familia humilde que viene del campo a la ciudad buscando un mejor porvenir y al no encontrar aquello que busca su alternativa envuelta en ignorancia es buscar un lugar donde construir un covacha para resguardarse de la intemperie, generalmente a la orilla de algún rio o quebrada, con lo que aumenta la contaminación de las aguas y entonces comienzan las lluvias y por ende también comienzan los problemas pues las aguas de estos ríos y quebradas reclaman el cauce original que por “naturaleza” les corresponde.


Y nunca está de más recordarles que inculquen en los más pequeños el amor y respeto hacia la madre naturaleza, para no seguir rompiendo el equilibrio ecológico de nuestro país y de nuestro planeta pues de la Ley universal de la causa y efecto no podemos huir y todos nuestros actos por pequeños que parezcan generan una cadena de sucesos de los cuales todos seremos responsables, así que ahora es cuando y todos a cuidar nuestras fuentes de agua, a limpiar nuestros hogares, nuestras colonias, formemos grupos de acción con nuestros vecinos para no permitir que nadie contamine nuestro barrios y colonias, sembremos arboles, cuidemos los que tenemos y sobre todo compartan sus conocimientos para educar a todos aquellos que por diferentes circunstancias no han tenido la fortuna de abrir los ojos al pan del saber.